A 10 kilómetros al sur de San Gabriel por la carretera Panamericana se llega al pueblito de La Paz, de ahí tomando un desvío hacia el oeste el cual recorre un camino estrecho de 4 kilómetros al borde de notables precipicios de hasta 300 metros de caída vertical, al fondo de los cuales encontramos zigzagueante al río Apaquí, el cual en su milenario taladrar a la montaña logró atravesarla formando dentro una impresionante gruta, en cuyo interior se ha instalado un Santuario en honor a la Virgen de La Paz, patrona espiritual de los carchenses, por lo cual es muy visitado por turistas de la localidad o del sur de Colombia quienes vienen en grandes romerías para el 9 de julio, día de su fiesta mayor.
Este lugar ha sido declarado Santuario Nacional en 1.975 y en sus inmediaciones encontramos varias placas de agradecimiento de fieles que han recibido milagros por parte de la virgen. La escultura de la virgen fue tallada por el escultor ibarreño Daniel Reyes en 1.916, quien se inspiró en Notre Dame de París como plegaria para el cese de fuego en la primera guerra mundial.
Sobre la caverna se asienta el convento de las hermanas Clarisas, religiosas de clausura. Aquí poseen un lugar de información turística, además que permite a las hermanas ayudarse económicamente a través de la venta de recuerdos religiosos y recuerdos turísticos. Junto al monasterio encontramos un pequeño hotel, un restaurante, puestos de comidas típicas, parqueadero y baterías sanitarias a disposición gratuita de los visitantes, además, muy cerca de la gruta y a orillas del río existe una fuente de agua termal, la cual ha sido aprovechada para alimentar una piscina para esparcimiento y diversión de los viajeros.