Es un sitio privilegiado, no solo por la riqueza étnica, sino también por los paisajes inusitados que se pueden encontrar desde el ingreso mismo a esta bella ciudad.
El nombre de Santo Domingo de los Colorados, se origina hacia 1.660 con la presencia de la Orden de Predicadores Dominicos que evangelizaron desde la «Doctrina de Cansacoto» los primeros pueblos nativos colorados de Cocaniguas, Yambe, San Francisco, San Miguel y Santo Domingo.
Santo Domingo está dotada de biodiversidad, ofrece a sus visitantes una variedad de balnearios, bosques tropicales, ríos y cascadas. Aquí podrá observar aves del subtrópico andino como colibríes, y una variada flora, por su cercanía a Quito, y el declive de los ríos. Pueden practicar deportes acuáticos como el salto y el rafting, especialmente en el Río Blanco.