La vieja tradición de los hieleros del Chimborazo que aún se mantiene. Todos los martes y viernes, los campesinos del pueblo de Cuatro Esquinas suben en burros desde las 06:00 hacia el glaciar Carlos Zambrano. Allí con picos y palas retiran la tierra y descubren el hielo. Ellos obtienen bloques que pesan hasta 30 kilos. De inmediato los envuelven con paja y comienzan su recorrido hasta el mercado San Alfonso de Riobamba donde los venden a un precio entre ocho y diez dólares.
Para los indígenas beber el agua del dios Chimborazo tiene un igual significado que la consagración del vino en la Eucaristía de la religión Católica. Esta fue la forma en la cual los hogares coloniales se abastecían de hielo.
Por otra parte, según la creencia indígena, el curiquingue, es un ave que dependiendo de su forma de vuelo trae buenos o malos augurios para las comunidades del lugar, incluso está siempre representada en toda fiesta indígena.
Otra antigua leyenda nativa relataba que el Chimborazo y el cercano Carihuairazo (ambos cerros varones), lucharon entre sí por el amor de Tungurahua (cerro hembra) los encolerizados pretendientes lanzaron rocas y el que prevaleció fue el Chimborazo.